Los cuatro pilares del nuevo plan de reformas

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Ayer se anunció un nuevo plan de reformas, construido en torno a ocho ejes, que ha dejado fríos a muchos ciudadanos que esperaban medidas más decididas ante la dramática situación de desempleo que se ha reflejado en la última Encuesta de Población Activa (EPA).

Al contrario de lo que se esperaba, se ha vuelto a poner como prioridad la lucha contra el déficit, mediante algunas medidas que siguen postergando la recuperación de la “economía real” y la creación de puestos de trabajo.

Consolidación fiscal

La rueda de prensa de ayer vino precedida por un avance, dado por Mariano Rajoy, que trataba de tranquilizar a los españoles: no subirían ni el IVA ni el IRPF, aunque lo cierto es que se ha retrasado la eliminación del gravamen complementario aprobado el año pasado y que tenía como límite 2014, hasta el año 2015.

Por otro lado, es cierto que el IVA no vuelve a subir (al menos de momento), aunque también lo es que se ha anunciado el incremento de otros impuestos especiales, dejando fuera de esta propuesta aún etérea a los hidrocarburos y al sector de la hostelería.

Igualmente se contempla la creación de impuestos medioambientales y la creación de otros sobre los depósitos bancarios, que no se cargarán directamente a los ciudadanos sino a las entidades, aunque esto produce serias dudas al respecto.

También se ha asegurado que existen margen para actuar sobre el Impuesto de Sociedades, aunque sea eliminando deducciones, para “asemejarnos a Europa”. Por tanto, estas cuestiones matizan el adelanto dado por Mariano Rajoy el jueves: se suben impuestos y se retrasa la eliminación de la subida del IRPF.

Administraciones públicas

En la partida de gastos se sigue apostando por la reforma de la administración pública, con lo que se pretende ahorrar cerca de 8.000 millones de euros hasta 2015.

Se anuncia la creación de un nuevo código de buen gobierno corporativo para las empresas españolas y los contratos públicos dejarán de actualizarse por el IPC. A esto la vicepresidente lo ha denominado «desindexación», ya que dejará de ser el índice de referencia para la revisión anual de las rentas públicas, excepto las pensiones, que se estudiará con la reforma del factor de sostenibilidad.

Propuestas para emprendedores

Se ha anunciado la creación de medidas orientadas a facilitar la internacionalización de las empresas españolas, así como a favorecer que se implanten en nuestro país proyectos extranjeros, mediante el “visado de emprendedores” que pretende ayudar a atraer el talento.

Con la primera medida se pretende combatir el nefasto consumo interno, tratando de facilitar que las empresas que puedan hacerlo se orienten por la actividad exterior. Además, se han mencionado medidas de apoyo fiscal a los emprendedores, como la creación de deducciones fiscales por inversión de beneficios.

También se regulará la ley de colegios y servicios profesionales, la ley de unidad de mercado, y se tramitará una nueva ley de cajas orientada a mejorar el acceso al crédito para empresas y familias, que podría ser una buena noticia si tiene los efectos deseables.

Estudios y reformas pendientes

El Gobierno ha anunciado dos estudios para evaluar las posibilidades en materia de empleo y pensiones, a fin de analizar las resultados de la última reforma laboral y la sostenibilidad del plan de pensiones. Esto podría culminar con un nuevo retraso sobre la edad de jubilación, aunque de momento no se trata de un asunto de excepcional urgencia.

Aún desconocemos las medidas concretas que se plantean para frenar la sangría de empleo, pero se ha presentado un nuevo cuadro macroeconómico que presenta un mal panorama, ya que no se reduciría sensiblemente la tasa de paro durante la actual legislatura, estimando que al final de la misma se situaría tres puntos por encima de lo que existía antes de formarse el actual gabinete. No hay noticias de las políticas activas de empleo en las reformas anunciadas.

No vemos propuestas decididas por el crecimiento y aún desconocemos la reacción de la Comunidad Europea, que se ha marcado como plazo el 29 de mayo para anunciar un posible retraso de los objetivos de déficit para nuestro país. En cualquier caso, se ha presentado menos de lo esperado y quizás menos de lo necesario.