sábado, 4 de mayo de 2013


Nuño Rodrigo
Si los mercados funcionasen como se suponen que funcionan, muchos nos tendríamos que dedicar a otra cosa. Desde 1998, una sucesión de burbujas, crisis, burbujas y crisis ha alimentado mi escepticismo natural. Lealtad, 1 es mi visión, personal y muchas veces equivocada, de la actualidad de los mercados y la economía.


Cuesta abajo y sin frenos
Estamos en el buen camino, y los frutos de la austeridad y las presuntas reformas darán resultado en el futuro. Ese es, más o menos, el mensaje oficial, si es que lo capto bien. Es decir, los 6,2 millones de parados pueden ser, bien un mal necesario para salir de la crisis, bien una fatalidad (como la propia crisis). Nunca son una consecuencia de las decisiones de política económica asumidas, con mayor o menor entusiasmo, por los últimos dos gobiernos pero adoptadas en latitudes más al Norte.

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